Que la vida es de color de rosas es verdad:
Rosa Negra como el futuro de muchos jovenes parados.
Rosa Roja como la sangre del inocente asesinado.
Rosa Blanca como la ambulancia que llega a un accidente de trafico.
Rosa Azul como el mar que transporta la droga que contamina al pobre.
Rosa Morada como el ojo de una mujer maltratada.
Rosa Amarilla como la orina de un anciano con incontinencia.
Hay muchas rosas en la vida.
Historias de ultratumba
Es un blog de historias escritas por mi Jesús M. Leva
24 de enero de 2017
24 de enero de 2015
Festivales
-¿Por qué si ya has ido a varios
festivales sigues yendo? -Algunos me preguntan.
Claramente los que me preguntan
jamás han ido a un festival, o cuando han ido han tenido malas experiencias.
A mis 18 años en 2010 fui a mi
primer festival, el Getafe En Vivo. Un caluroso 30 de Septiembre, haciendo cola
para entrar al camping, sin tienda, con una mochilita nada más, iba por la
mañana, comía allí, íbamos a los conciertos, volvíamos para cenar y vuelta a
los conciertos, y entre concierto y concierto, nos volvíamos a las tiendas a
beber.
Luego cuando se acababa me iba a
casa a dormir, bueno eso fue el primer día. Llegamos nos asentamos, bebimos,
jugamos, y fuimos de conciertos, por unas horas era toda una relajación
completa de la mente, cantabas los grupos que ibas a ver, charlabas con los
vecinos, y siempre teníamos un baso en la mano.
Nos juntamos todos los que éramos
por aquel entonces de Getafe, y pasamos momentos épicos como
Y una noche, el 1 de Octubre de
2010, un compañero se trajo una tienda un quechua de toda la vida, para dos
personas. Él no se quedaba a dormir, pero nos quedamos cuatro personas, uno de
ellos recuerdo que se durmió encima de mi navaja, otro se quedo dormido encima
de otro tío que dormía en la tienda de campaña contigua. Y por último en el
medio, un amigo y yo cantando El Señor Don Gato y Eva María se fue. Con los
pies fuera de la tienda porque no entrabamos. Menuda nochecita.
El último día tras los
conciertos, a eso de las 6 de la madrugada del 3 de Octubre de 2010, vuelta a
casa y a la rutina.
El siguiente año hice doblete,
con 19 años.
Primero el 7 de Septiembre de
2011, volvimos al En Vivo, este año con la tienda, con lo que pesaba la
condenada, en la cola otra vez esperando para entrar en el camping, a plantar
la tienda. Esa tarde pusimos todas las tiendas y parte de los que íbamos nos
quedamos esa noche, recuerdo que estábamos mi compañero de tienda y yo, tirados
hablando a eso de la 1 de la mañana cuando nos llego un hombre hablando de
dormir en bolas en el saco. Se acabo el piti se levanto y dijo:
-
- Estoy hasta la polla- Saliendo del saco.
Mi colega y yo nos miramos y solo
supe decir:
-
- ¿Es mi impresión o acabo de verle el culo
desnudo a ese tío?
Y si estaba en bolas. Esa misma
noche había quedado con un amigo de clase a eso de las 11, pero se presento a
las 4 de la mañana con el colega de una tía a la que acababa de conocer.
Esa noche acabamos durmiendo en
la tienda de una amiga que no estaba. Y a las 7 de la mañana empieza a sonar un
despertador, todo el mundo cagándose en dios, y me doy cuenta de que suena en
nuestra tienda. Mi colega aun dormido se me queja, y bingo, era su móvil.
Ya al día siguiente empezaron los
conciertos, y eso se colapso de gente de todos lados. A la noche recuerdo una
mujer que vino y nos dijo:
-
- Que pasa sois muy machotes y no os vais a dormir
– después casi se cae por las cuerdas de la tienda y nos empezamos a reír se
dio la vuelta – No os riais que me he quedado con vuestras caras.
Al día siguiente por la mañana
vino a pedirnos fuego, no se acordaba de nuestras caras XD.
Iba por la mañana a casa, me
duchaba, desayunaba y vuelta a la tienda. Recuerdo que entonces paso esto:
Y
El último día, el día 11 de Septiembre
de 2011, recogimos las tiendas y para casa.
Luego el 27 de Abril de 2012
fuimos a la estación Sur de Madrid a coger nuestro autobús para ir por primera
vez al ViñaRock.
Ya en el autobús empezó nuestra
historia, cuando éramos 3 y queríamos jugar al mus, un chaval se sentó al lado
de una amiga, y le pregunte que si sabía jugar, al decir que si le dije que ya
era amigo nuestro. Y nos pusimos a jugar al mus claro, cuando llegamos a
Villarobledo, nos invito a poner las tiendas al lado de las de sus amigos, y
así hicimos. A sus amigos no les hicimos mucha gracia, pero él se dividía entre
ellos y nosotros. Allí también conocí a unos amigos de una compañera nuestra,
los cuales nos cayeron genial.
Allí tuve una mala experiencia,
ya que llovió muchísimo ese año, un día lo pase tiritando como con hipotermia,
aun así fue mi primer festival lejos de casa.
Al año siguiente no fui a ningún
festival y tenía pinta de que ese era mi último festival.
Pero entonces llego el verano de
2013, y se llego a un trato. Cuatro amigos íbamos a ir al Viña juntos. En
Septiembre según salieron las entradas las compramos, estuvimos a punto de
comprar la de una amiga como regalo, pero se nos adelantaron.
Al final cuando llego el 30 de Abril
de 2014 solo un amigo y yo decidimos ir al festival, salí de las practicas y
directo al tren, en Villaverde alto, esperando a mi colega que venía de
Leganés, nos juntamos y directos para la Estación Sur de Autobuses de Madrid.
Esperando al bus, un chaval nos pregunta por el autobús del Viña, y otra vez,
un desconocido que se hace amigo nuestro.
Aunque este año no prometía pues
nos habíamos quedado solos mi amigo y yo, ya en el autobús empezó todo a
sonreír.
Cuando llegamos a Villarobledo,
en la estación de autobuses. Nos juntamos los tres y fuimos a la zona de
camping, allí nos separamos. Mi amigo y yo seguimos buscando un sitio más
cercano a la zona de conciertos, en parte por vaguería, en parte por lo que
paso el año pasado con los amigos del chaval del bus. Sin embargo no
encontramos sitio, hasta que nos encontramos de nuevo con el chico. Y sus
amigos nos recibieron con los brazos abiertos.
Yo con la idea de dormir esa
noche porque me había levantado a las 5 de la mañana para ir a trabajar. Y estábamos
a las 4 de la mañana jugando al trivial de los Simpson y bebiendo cervezas.
Preguntándome donde desayunaríamos, ya que por espacio no pudimos poner el
avance de mi tienda, sin embargo, nuestros nuevos “amigos” no nos dejaban que
nos quedáramos solos, ya éramos “amigos”.
Y ahí nos juntamos los dos que al
final fuimos, y los que nos esperaban por conocer una vez allí.
Al día siguiente todos al
Mercadona parando cada dos por tres a hacer el idiota. Primero cogimos litros y
litros de alcohol y mas litros y litros de cerveza. Y luego a la comida.
En las tiendas bebiendo y
bebiendo y a los conciertos a bailar pogos como locos.
El ultimo día el 3 de Mayo de
2014 nos perdimos todos los conciertos, porque nos quedamos en las tiendas
bebiendo nuestro alcohol, y el de los vecinos, con la tienda transformer de los
chinos.
El día de la vuelta nos volvimos
mi amigo y yo y nos volvíamos con 5 amigos nuevos, y el viaje de vuelta, aparte
de caluroso, porque no iba el aire acondicionado, nos lo pasamos genial.
Este año el 29 de Abril de 2015
cogeremos la carretera en dirección a Villarobledo a juntarnos con aquellos que
conocimos el año pasado, y no creo que se pueda mejorar este año, pero lo
intentaremos.
By: Jesús M. Leva
3 de septiembre de 2014
Quehaceres
Levante mi casada vista de mis quehaceres,
y lo vi todo muy oscuro, aún así sabia que él estaba allí, tras de mí.
Esperando el momento clave para matarme, para terminar con mi vida, antes de
que pudiera alertar a alguien de su existencia.
Pero yo estaba preparado, sabía
que me buscaría para matarme, sabía que no me permitiría el más mínimo segundo
de duda. Si no lo tenía claro, si no supiera que hacer llegado el momento, él
me mataría sin siquiera dejarme abrir la boca.
Pero no tenía la necesidad de
abrir la boca, sabía que él ya estaría muerto antes de poder alzar la mano,
antes de poder agarrar mi cabellera, y antes de cercenarme la garganta.
Lo sabía porque la última vez que
le vi, ya le había matado.
Por eso alce la cabeza de mis
quehaceres, y me mantuve a expensas, sabiendo que en cualquier instante él se desplomaría
tras de mí.
De pronto sonó el retumbar del
cuerpo muerto sobre el frío suelo, con un ligero sonido sordo. Y su cuerpo
inerte con los ojos negros descomunalmente abiertos, me miraban fijamente
brillando en la tenue oscuridad.
Y yo impasible, seguí con mis
quehaceres, tranquilo y sonriente, pues yo ya no temía por mi vida, y su angustia
de que alguien descubriera que existía moría con él, en el sucio suelo del
apartamento.
By: Jesús M. Leva
25 de junio de 2014
Parálisis del sueño
A las 11:30 el despertador ya había dejado de sonar, y aún seguía en la cama luchando contra aquel sufrimiento atroz.
Despierto y soñando al mismo tiempo, sumido en una locura, inmóvil, con una voz inaudible.
Mis ojos abiertos como platos son lo único que puedo mover, el resto de mi cuerpo obviaba las órdenes que le daba mi cerebro.
No conseguía distinguir lo que veían mis ojos de lo que incluía mi cerebro en dichas imágenes, era como soñar despierto, dentro de una pesadilla de la que no puedes despertar, pero tampoco puedes huir.
A sí que mi cuerpo intentaba, sin éxito, salir de aquel trance. Mi corazón comenzó a acelerarse y comencé a hiperventilar.
Los gritos ahogados de socorro, no llegaban jamás a oídos de nadie, y la hiperventilación comenzaba ya a marearme.
Justo cuando mi corazón estaba a punto de pararse, mi cuerpo reaccionó de golpe. Pero las visiones seguían en mi mente ya como meros recuerdos.
By: Jesús M. Leva
16 de marzo de 2014
Angustia de un escritor
La luz atenuada de la vela fundida sobre el escritorio, tintineaba sobre la hoja en blanco y la pluma mojada en tinta negra, como los ojos del escritor.
Su mente, también ennegrecida por los años, funcionaba a una velocidad dolorosa. Pensaba en mil cosas a la vez, y cientos de problemas. Pero su diestra mano no sabía correr la tinta sobre el folio envejecido.
La carta que debe escribir no quiere escribirla. Eran pocas sus riquezas y muchas personas entre las que dividirlas.
El cuarto en el que vivía decadentemente, no era más que una cueva sin valor. El dinero que escaseaba en un mínimo cajón de un banco endeudado. El vehículo destartalado que a veces funcionaba, le permitía llegar al pueblo a duras penas. Lo único que le quedaba para dejar a aquellas personas que abandonaba son, su sabiduría, sus lágrimas y sus pobres alegrías.
Empezó a escribir su carta con mano temblorosa, anunciando su nombre:
-Yo Inrack Mc Gonajal, dejo a mis allegados un simple consejo. Andar vuestro propio camino, luchar por vuestras propias creencias, y nunca dejéis que nadie os robe vuestro orgullo.
Y decidió terminar así con su angustia destructora.
Sus finos ojos se marchitaron y sus dulces lágrimas afloraron sobre la carta.
Se levanto de la silla, apagó la vela, y salió de la casa.
La lluvia empapo en segundo su muerto pelaje y las vestiduras que llevaba puestas, cogió un fuerte y profunda bocanada de aire y volvió a entrar en su humilde hogar.
Las lágrimas de sus ojos, dieron paso a una alargada y amarillenta sonrisa. Se recostó en la cama, mojando las sabanas y pereció en la nocturna noche, mirando el techo ennegrecido y deformado por la suciedad del ambiente.
By: Jesús M. Leva
4 de marzo de 2014
Historia de Ultratumba
Un día oscuro, golpeaban
fuertemente las ventanas con violencia, el aire y la lluvia. Silbaba el estremecedor
sonido del viento a través de las tuberías, tras las húmedas paredes.
Cada paso que doy, en esta
sombría cabaña, hace chirriar de forma aterradora las maderas de los suelos. La
pesada puerta, cerrada a cal y canto, retumba fuertemente, empujada por el
aullador aire.
Empiezan a sonar truenos, cada
vez más fuertes, cada vez más cercanos.
Un relámpago cae cerca de la
posada. La luz se desvaneció envolviéndome en una colérica oscuridad, dejándome aislado
en el centro de la sala.
A ciegas busco los muebles con
las manos, tropezando torpemente contra todo cuanto hay en la estancia.
Las ventanas forman en el suelo imágenes
inhumanas, los relámpagos que caen cada vez más seguidos, me dejan segundos de
visión. La habitación cada vez resulta más claustrofóbica.
El sonido del exterior resulta
cada vez más aterrador. De repente estalla en mil pedazos la ventana, tras de
mí.
El aire cortante impulsado con
los cristales, hiela cada zona de mi cochambrosa piel. Las figuras proyectadas
en el habitáculo acrecientan su tamaño y sus movimientos.
Con pánico, intento alcanzar el
pomo de la puerta, que ahora parece haberse alejado enormemente. Mi mano
alargada, tanto como mi cuerpo permite, consigue aferrarse al tirador de la
puerta.
Abro con lentitud, pero el aire
empuja fuertemente desde afuera, abriendo la puerta bruscamente, golpeando mi
cuerpo, que sin estar preparado, cayó al suelo con un sonido seco y sordo.
La puerta, sin embargo, sonó cual
portazo, partiendo la madera del marco y desplomándose tras mis pies. Retrocedo como los cangrejos, asustado.
Como pude me levanté y corrí, corrí
por encima de la puerta y salí de la vivienda, adentrándome en el espeso bosque
que rodeaba la choza.
El viento me perseguía como mil
animales, mis pies van crujiendo, en la persecución, las raíces que asoman de
los arboles que encuentro en mi huída. Y las ramas secas, que se unen al sonido
del viento, dan ese sonido a hueso roto.
Las figuras que antes se
depositaban en el salón, ahora me persiguen por el bosque, atravesando los
altos arboles como si no existieran. La lluvia que empapa mis ropas y mi
cuerpo, ralentizando mis pasos, me arrastran los pies y me los hunde en un
barro que forma riachuelos.
Los rayos van partiendo grandes y
duros troncos a mi paso, con gran maestría y facilidad.
Tropiezo nuevamente con las duras
raíces de los arboles, cayendo duramente contra en suelo, golpeando mi endeble
cabeza contra una gran piedra. Y mi consciencia se desvanece al instante, ahogándome
en el barro que sobre cubre mi cuerpo.
By: Jesús M. Leva
31 de diciembre de 2013
Feliz doloroso 2014.
Cada vez que miro atrás y veo el tiempo que ya paso y el tiempo que
aun me queda, veo todo lo que en su día deje atrás y todo lo nuevo por lo que
lucho sin miedos, sin embargo hay mucho más, muchas cosas que no puedo contaros,
cosas que aterran mis nocturnos sueños y cosas que estremecen hasta el más
incognito pelo de mi cuerpo, terrores que nadie de ustedes pudieran comprender,
no siento miedo por ellos, sin embargo me regocijo sobre sus sombras saboreo
sus asquerosas escamas y refresco mi garganta con su putrefacta sangre.
Hoy me he dado cuenta que siempre existe alguien o algo que impide que
avancemos en la vida, algo tan poderoso y grande que nos es imposible rodearlo
o saltarlo o simplemente dejarlo atrás.
Pero hoy no les escribo por mis penas, que son muchas, les escribo por
el día que nos aguarda, un día en el que nos escondemos en nuestras familias
frente a la tele, sin que nadie la escuche o la preste el más mínimo caso hasta
las 23:59, hora en la que todos se callan y atolondrados contamos por enésima vez
el número de uvas en nuestro plato.
Creemos que el mundo es tan perfecto y tan defectuoso como nosotros
mismos, nos engañamos, escondemos nuestros ascos al que se sienta a nuestro
lado, le felicitamos el año y no le volvemos a ver en meses.
Después derrochamos litros de alcohol por nuestros impetuosos gaznates, y brindamos por los caídos y
familiares, sin embargo, no muy lejos miles de personas buscan en la arena un
pequeño hueso al que roerle la podrida carne que se sujeta a duras penas.
Tras estos nos vamos con nuestros amigos y allegados a seguir
despilfarrando alcohol y a bailar como estúpidos, horas y horas, creyéndonos
que somos Jhon Travolta en la película Grease. Y somos simples paletos moviendo
torpemente nuestro enclenque cuerpo.
Muchos dirán que estas son las fechas de la paz y de la bondad, pero
permitirles que les habrá los ojos, cada uno de nosotros tiene su propia
historia por la que recuerda esta fecha, como buena o como mala. No es el fin
de un mal trecho y el principio de una buena época, no simplemente es esa época
en la que nos paso aquello.
Quiero decir a todos aquellos que me conocen que siento mucho no
disfrutar como ellos estas fechas, porque para mí son fechas de dolor, de
sufrimiento, de angustia, de miedo. Sin embargo ingenuos elevar vuestras copas
de champan, sidra o cava y brindar por que este día acaba 2013 y entramos en
otro año aun peor.
Feliz doloroso 2014.
By: Jesús M. Leva
23 de diciembre de 2013
No puedo olvidar
¿Por qué cojones por más que pase el tiempo, no consigo
olvidar?
Yo no soy así, normalmente no pienso en el pasado, vivo el
presente y busco un futuro, no suelo mirar atrás
Pero sin embargo, llevo meses sin poder olvidar, recuerdo
que hace poco tiempo, yo fui alguien para ti.
Recordar que ya no significo nada para tu vida, que ya no
soy importante, y que mi recuerdo es un leve paso en tu vida, me destroza.
Me revienta saber que no podre volver a tenerte entre mis
brazos, que por más que reserve el regazo que significo algún día para ti mi
pecho, no volverás a resguardarte en él, que no podre volver a besarte, que no
volveré a provocarte una sonrisa, me destroza el saber que no volveré a ser
parte de tu vida, y tengo miedo de que te olvides por siempre de mi.
Nunca sentí esto, y me jode sentirlo ahora, y te juro que me
gustaría pasar página y verte como una chica más, como una amiga, como una
compañera, o incluso como una conocida, pero jamás te veré así. No conseguiré
olvidar los momentos en los que me hiciste feliz, los momentos en los que me
alegraste cuando estaba hecho mierda, nunca podre olvidarte, y eso me destroza.
El verte y saber que ya no soy nada tuyo, el verte y saber
que ya no pertenezco a tu vida, que no significo nada para ti. Me destroza el
haberte amado y no poder dejar de quererte.
By: Jesús M. Leva
25 de noviembre de 2013
Muerte
Muerte, dije muy despacio, lentamente, deletreando la palabra, parándome en cada letra.
M-U-E-R-T-E repito saboreando la palabra con la boca pastosa por el sueño y el cansancio. Horas y horas en la cama, dando vueltas, intentando deshacer lo hecho en mi mente, olvidar lo pasado, organizar los recuerdos, reconstruirlos falsamente añadiendo datos irreales. Pero nada funcionaba esta vez. No podía olvidar, ya era muy tarde no podía falsear mi memoria, los datos falsos no eran capaces de negar lo obvio.
Muerte, era lo único que podía pensar. Aguanta solo 4 años más, me repito, y luego implora a la muerte como prometiste. Vive 4 años más y luego, salta al vacío de cabeza y sin manos. Busca la felicidad en el más Allá.
Sonríe, hoy también debes sonreír, que todos crean que eres feliz. Que no sufran por tus tormentos y luego suicídate.
Suicidio, que palabra más bonita, en los videojuegos me llaman suicida, pero no saben hasta que punto, creen que lo hago porque es un juego y puedo volver a renacer tantas veces como quiera tras mi muerte, pero no, o no quiero resucitar, quiero morir. Quiero desaparecer del mundo y por primera vez en mi asquerosa vida, dejar la mente en blanco, sin pensar absolutamente en nada. Deseo perecer y dejar de preocuparme.
Tengo muchos amigos, quizá demasiados, y cada vez que encuentro otra Diosa de mi mundo encuentro una nueva musa que me ayuda a escribir, desde la zona más oscura y sangrienta de mi arañado corazón. Vuelvo a tener una nueva amiga y vuelvo a odiar su nombre, como tantas otras veces atrás.
Mis manos manchan de sangre este borrador, y cada vez que mi mente te va del escrito, golpeo fuertemente mis nudillos con el duro gotelé de las paredes, con furia y sin miedo, el dolor no me preocupa, la sangre negruzca tampoco, ni el color grisáceo que se queda en mi piel cuando se separan duramente la carne y la piel de la pared.
Las lagrimas empapan la mesa creando charcos en los cristales de mis gafas, y la sonrisa de mi cara da miedo a quien la vea.
Muerte, imploro en voz alta, espérame 4 años solamente y después vuelve a verme, esta vez me iré contigo, no como las veces anteriores.
By: Jesús M. Leva
M-U-E-R-T-E repito saboreando la palabra con la boca pastosa por el sueño y el cansancio. Horas y horas en la cama, dando vueltas, intentando deshacer lo hecho en mi mente, olvidar lo pasado, organizar los recuerdos, reconstruirlos falsamente añadiendo datos irreales. Pero nada funcionaba esta vez. No podía olvidar, ya era muy tarde no podía falsear mi memoria, los datos falsos no eran capaces de negar lo obvio.
Muerte, era lo único que podía pensar. Aguanta solo 4 años más, me repito, y luego implora a la muerte como prometiste. Vive 4 años más y luego, salta al vacío de cabeza y sin manos. Busca la felicidad en el más Allá.
Sonríe, hoy también debes sonreír, que todos crean que eres feliz. Que no sufran por tus tormentos y luego suicídate.
Suicidio, que palabra más bonita, en los videojuegos me llaman suicida, pero no saben hasta que punto, creen que lo hago porque es un juego y puedo volver a renacer tantas veces como quiera tras mi muerte, pero no, o no quiero resucitar, quiero morir. Quiero desaparecer del mundo y por primera vez en mi asquerosa vida, dejar la mente en blanco, sin pensar absolutamente en nada. Deseo perecer y dejar de preocuparme.
Tengo muchos amigos, quizá demasiados, y cada vez que encuentro otra Diosa de mi mundo encuentro una nueva musa que me ayuda a escribir, desde la zona más oscura y sangrienta de mi arañado corazón. Vuelvo a tener una nueva amiga y vuelvo a odiar su nombre, como tantas otras veces atrás.
Mis manos manchan de sangre este borrador, y cada vez que mi mente te va del escrito, golpeo fuertemente mis nudillos con el duro gotelé de las paredes, con furia y sin miedo, el dolor no me preocupa, la sangre negruzca tampoco, ni el color grisáceo que se queda en mi piel cuando se separan duramente la carne y la piel de la pared.
Las lagrimas empapan la mesa creando charcos en los cristales de mis gafas, y la sonrisa de mi cara da miedo a quien la vea.
Muerte, imploro en voz alta, espérame 4 años solamente y después vuelve a verme, esta vez me iré contigo, no como las veces anteriores.
By: Jesús M. Leva
24 de noviembre de 2013
Diosa de mis sueños
La luz apagada, hacía imposible dejarme ver donde estaba, o quién yacía a mi lado. El peso de su cabeza en mi hombro apoyada, me tranquilizaba dulce y extrañamente.
No sabía quién era, pues no veía nada, pero sus suaves cabellos, que acariciaban cosquilleante mi pecho, me dibujaban una involuntaria sonrisa en mis labios. Su relajante aroma a flores de primavera, hacían de mi corazón una veloz locomotora.
En silencio, dejaba que mi interior se diera el lujo de deleitarse con aquella desconocida mujer, que despertaba en mí, sentimientos especiales que pocas veces había logrado alcanzar.
Se despertó, me dio un dulce y apasionado beso en mis tercos labios, y acariciándome mi torso desnudo, dijo con la voz más cariñosa y tranquilizadora que jamás habían oído mis estropeadas orejas:
- No te vayas jamás de mi lado mi amor, prométeme que siempre estarás junto a mí.
- Tranquila mi querida diosa, no podría, aunque quisiera, poder olvidarme de ti.- La dije, tras reconocerla.- Solo vivo por ti amada mía.
Sonrió y volvió a besarme apretando fuertemente su cuerpo contra el mío.
Y allí nos quedamos durante horas, tirados en la cama desnudos, juntos, abrazados, con la luz apagada disfrutando eternamente de nuestra misma compañía.
By: Jesús M. Leva
No sabía quién era, pues no veía nada, pero sus suaves cabellos, que acariciaban cosquilleante mi pecho, me dibujaban una involuntaria sonrisa en mis labios. Su relajante aroma a flores de primavera, hacían de mi corazón una veloz locomotora.
En silencio, dejaba que mi interior se diera el lujo de deleitarse con aquella desconocida mujer, que despertaba en mí, sentimientos especiales que pocas veces había logrado alcanzar.
Se despertó, me dio un dulce y apasionado beso en mis tercos labios, y acariciándome mi torso desnudo, dijo con la voz más cariñosa y tranquilizadora que jamás habían oído mis estropeadas orejas:
- No te vayas jamás de mi lado mi amor, prométeme que siempre estarás junto a mí.
- Tranquila mi querida diosa, no podría, aunque quisiera, poder olvidarme de ti.- La dije, tras reconocerla.- Solo vivo por ti amada mía.
Sonrió y volvió a besarme apretando fuertemente su cuerpo contra el mío.
Y allí nos quedamos durante horas, tirados en la cama desnudos, juntos, abrazados, con la luz apagada disfrutando eternamente de nuestra misma compañía.
By: Jesús M. Leva
Suscribirse a:
Entradas (Atom)