25 de junio de 2014

Parálisis del sueño

A las 11:30 el despertador ya había dejado de sonar, y aún seguía en la cama luchando contra aquel sufrimiento atroz.

Despierto y soñando al mismo tiempo, sumido en una locura, inmóvil, con una voz inaudible.

Mis ojos abiertos como platos son lo único que puedo mover, el resto de mi cuerpo obviaba las órdenes que le daba mi cerebro.

No conseguía distinguir lo que veían mis ojos de lo que incluía mi cerebro en dichas imágenes, era como soñar despierto, dentro de una pesadilla de la que no puedes despertar, pero tampoco puedes huir.

A sí que mi cuerpo intentaba, sin éxito, salir de aquel trance. Mi corazón comenzó a acelerarse y comencé a hiperventilar.

Los gritos ahogados de socorro, no llegaban jamás a oídos de nadie, y la hiperventilación comenzaba ya a marearme.

Justo cuando mi corazón estaba a punto de pararse, mi cuerpo reaccionó de golpe. Pero las visiones seguían en mi mente ya como meros recuerdos.


By: Jesús M. Leva

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